La mayoría de los embarazos múltiples producen partos múltiples, en el caso de gemelos, 37 semanas de gestación se considera un parto a término, sin embargo las posibilidades de complicaciones son mayores en este tipo de partos.
Puede ocurrir, por diversos motivos, que los fetos se desarrollen de manera desigual, por ejemplo, uno de los gemelos puede recibir demasiada sangre o el otro una cantidad deficiente, ambas situaciones son negativas y afectan al desarrollo de los fetos, en lo que se conoce como el "síndrome transfusor de los gemelos".
La pérdida de un feto durante el primer trimestre del embarazo no parece afectar al desarrollo del otro. El organismo materno reabsorbe el feto que ha dejado de vivir manifestando pocos o ningún síntoma. Muchas mujeres nunca llegan a saberlo y, por ese motivo, no pueden sentir desconsuelo. Este fenómeno, es conocido como el "síndrome del gemelo evanescente".
Si uno de los fetos fallece en el útero durante el segundo o tercer trimestre de gestación, aún es demasiado pronto para que el otro pueda sobrevivir fuera del útero, por tanto el embarazo debe continuar, así como aumentar el seguimiento médico de la madre y del bebé superviviente para detectar cualquier anomalía en lo que resta de embarazo. Si la supervivencia del segundo feto se complica, es posible que necesite nacer antes de tiempo.
Más información; "¡El dolor emocional producido por la pérdida de un gemelo!" o "¿Cómo decirle a tu hijo que antes de nacer tuvo un hermano gemelo?" en la web de babycenter.