La interrupción voluntaria del embarazo es un tema controvertido en todos los rincones del planeta, pero también el enfoque de esta cuestión varía según el contexto cultural de cada región. La forma de afrontar esta problemática por parte de un europeo católico o protestante, difiere de la que puede tener un budista, un musulmán o un judío.
Profundizar en estos diferentes puntos de vista nos permite tener una perspectiva más amplia sobre el tema. Hoy vamos a centrarnos en la comunidad judía, estudiando cómo ve este colectivo la relación entre aborto y kabbalah.
La kabbalah se opone al aborto ya que es contrario al desarrollo natural de las cosas. Se trata de un acto espiritual y físicamente dañino, que siguiendo los designios de la vida no debería realizarse.
La prohibición judia del aborto incluye el período anterior a la formación del feto, lo que corresponde a los 40 días posteriores al momento de la concepción. Como resultado de ello, la píldora del día después está también prohibida por la kabbalah.
Sin embargo la cuestión no es tan sencilla ya que, diferentes estudiosos de la ley judía han terminado por abrir otras vías que se salen de su interpretación literal. De esta manera, si bien como norma general no es una opción aceptable acabar con una vida en potencia, se abre una excepción cuando el desarrollo del feto pone en peligro la vida de la madre, siendo el aborto la única manera de protegerla.
Sin embargo este supuesto también tiene una posterior lectura, ya que la protección de la vida de la madre tiene una limitación: una vez el feto deja de ser “vida en potencia” y adquiere personalidad propia, -esto es, una vez la cabeza del feto ha emergido del canal del parto-, entonces se trata de una vida plena con los mismos derechos que los de su progenitora.
La relación entre aborto y kabbalah es realmente compleja como podemos comprobar. Al tratarse de una cuestión con muchas aristas, lo habitual es que cada caso se estudie de forma individualizada con la ayuda de un rabino, el cual tomará su decisión consultando con otros rabinos expertos en la materia así como con profesionales de la medicina.