El aborto retenido puede ocurrir cuando el cuerpo no expulsa completamente el feto o los restos del embarazo después de que ha ocurrido un aborto. Esto puede ser causado por una variedad de factores, incluyendo una infección uterina, una placenta retenida o el uso de métodos de aborto inseguros. Puede ser una condición grave que requiere atención médica inmediata.
Los síntomas del aborto retenido pueden incluir:
- Dolor abdominal intenso
- Sangrado vaginal irregular o abundante
- Fiebre o escalofríos
- Sensación de malestar general
Si se sospecha un aborto retenido, es importante acudir al médico de inmediato. El tratamiento del aborto retenido puede incluir medicamentos para ayudar a expulsar los restos del embarazo o, en casos más graves, una intervención quirúrgica para extraer los restos del útero.
Es importante tener en cuenta que el aborto retenido es una complicación grave y potencialmente peligrosa del aborto. Es importante tomar medidas preventivas, como el uso de métodos de aborto seguros y la atención prenatal adecuada, para reducir el riesgo de aborto retenido.
Es esencial que las personas que deseen interrumpir su embarazo tengan acceso a servicios de aborto seguros y legales, y que reciban atención médica de calidad durante todo el proceso. Es importante recordar que el aborto es un derecho fundamental de las personas y que debe ser tratado de manera respetuosa y sin estigmatización.